Con el palpitante afán innato de la vida, Ponzanelli nos regala un fascinante viaje pictórico a través de la evolución del microcosmos y macrocosmos donde coexistimos. Desde el inicio e ilustrando todas las etapas de la vida, intuye la trascendencia y el tiempo humano, logrando plasmar un himno a nuestro universo humano: desde la concepción hacia la tercera edad; vibrante de colores y simbolismos con los que, nuevamente, revisita conceptos visuales que ya forman parte de su sello personal, como el estudio de la física cuántica, el amor y la vocación de servicio.